Aún tiene pulso

Sencillamente, lo necesitaba.

Hoy celebro el primer día sin comidas de olla desde hace mucho tiempo. Y ya tocaba. Porque todo lo que se ha acumulado en tan poco tiempo ha sido espectacular. Este fin de semana ha sido de terapia, comenzando antes de lo previsto: por primera vez desde mi primer amago de salir indignado por la puerta de mi centro en sexto de primaria, lo he cumplido. Eran las 12:30, y me vuelve a dar un ataque, una sensación en el pecho cercana al odio, miré mi mochila, mi mano se movió violentamente hasta agarrarla y me fuí de mala hostia hasta mi casa. Tal cual. Simplemente no podía seguir allí dos horas más, fue un día tenso y no estoy yo para eso últimamente. Sentarme solo durante otra hora más, pensando en las cosas que habían pasado ese día, en cómo la euforia del concierto de Mago de Oz del día anterior se habían desvanecido en cuestión de minutos, no era lo que más me apetecía en ese momento. No se cómo justificarlo, el motivo por el que salí de allí no cabe en un papel ni creo que sea válido. Si sirve de algo (y si no me da igual), lo justifico diciendo que un cuarto de hora después de salir por la puerta del MAC, me volví a sentir bien. Con eso basta.

Este fin de semana he sacado en claro dos cosas: mi futuro no pasa por aceptar gustosamente este sistema y contribuir en él. Tengo objetivos para el año que viene. Lo segundo es que vuelvo a tener fe en la gente. Casi 100 abrazos respaldan ese hecho (y creo no estar exagerando). Estuve comentando con Santi la falta de motivación por dar abrazos que nos traíamos recientemente, y llegamos a la conclusión de que se debía a que ya no era algo espontáneo. Parecía que ahora todo se limitaba a quedadas. Este fin de semana quería abrazar, y por fin lo hemos hecho M.A., Nimue y yo en la Fira de la Terra, simplemente con dos carteles y la poca batería que les quedaban a nuestras cámaras, ya que las sacamos de casa sin planificación. El resultado, tremendo: a plena luz del día, rodeados de gente, de sonrisas y abrazos cariñosos en un no parar. Ya no nos preguntaban qué hacíamos ahí tanta gente, éramos solo dos dando abrazos porque sí. La esencia de los abrazos estaba ahí. Pero no solo eso, porque después nos encontramos con ni más ni menos que otro grupo de abrazistas que sí habían hecho quedada, y nos sumamos a ellos, recordando por qué las quedadas tienen también su parte positiva: el espectáculo de ver a tanta gente abrazada, la "epidemia de positividad" que se crea a nuestro alrededor, el coleguismo que se forma entre personas que se acaban de conocer (desde aquí un gran abrazo a los abrazistas de hoy y a las personas que nos han abrazado, o por lo menos no han quedado indiferentes)... Hemos llegado hasta Sant Feliu y de la euforia hemos seguido dando abrazos. Sí, hoy ha tenido lugar el primer Abrazos Gratis en Sant Feliu XD Por cierto, ya tengo camiseta. AGs disponibles 24 horas sin necesidad de matarme los brazos.

Pues eso, que conste que hoy, en este mismo instante, vuelvo a creer en un mundo mejor... me apuesto dos tazos de pokémon y un mega-boinx a que mañana a segunda hora ya no es así, o por lo menos ya se me ha pasado el positivismo de hoy. Ah, no, que toca Blade Runner. Igual salvamos la mañana y todo...

A la gente del Martí Dot: que conste que yo quería ir a veros mañana para ver cómo pencábais en la cursa y en los partidos de fútbol, peeero... hay clase, qué se le va a hacer. Otra tradición que se rompe (y van...).

A la gente del MAC: Ay artistienses artistienses... en qué nos hemos convertido... tenemos 12 días para remediarlo, y no me apetece llevarme un mal recuerdo.

Dentro de poco, nuevo vídeo de Abrazos Gratis: Retrospectiva y fira de la Terra (dos en uno). Matalascañas se va de vuelta al sobre, a seguir leyendo... Who watches the Watchmen?